El Escaparate

Nos ha tocado vivir en “la sociedad de la mentira”, es muy fácil de explicar, vivimos en una sociedad donde las apariencias lo son todo, basamos nuestra vida y nuestra felicidad en los likes que recibimos, pasamos la mayoría del día intentando mostrar a los demás lo felices que somos…

Fotos a la comida

Fotos a lo que bebemos

Fotos de dónde estamos, donde fuimos o donde iremos

Fotos con nuestra perfecta pareja (esto si que es de chiste)

Nos preocupamos tantísimo de la imagen que el resto del mundo recibe de nosotros, que olvidamos el “ser nosotros”.

Vamos de liberales, de decir lo que pensamos, de personas con inmensos horizontes… MENTIRA, si ahora mismo comenzase a decir todo lo que pienso a las personas que me rodean apenas me quedaría nadie. Somos tan hipócritas que en el momento en el que alguien no piensa como nosotros le tachamos, va a “la lista negra”, somos “malos”, malas influencias y por supuesto, estamos EQUIVOCADOS…

PERSONAS NON GRATAS

Es tan TAN frustrante tener que ser correcto, tener que ser perfecto todo el tiempo, me siento ahogada…

–         No hables así.

–        No opines de tal manera.

–        Vestir así no es lo correcto.

–        Maquíllate! Dónde vas con esa cara?

–        Quítate ese piercing.

–        Tatuajes? Qué quieres, que nunca te den trabajo?

No ir a la moda, no ser perfecta, no ser chica hueso o palo, no seguir las tendencias, no entender de todo, no ser como el resto de borregos… que mal lo estoy haciendo ¿no?

Estoy agotada, agotada de que me cuestionen cada pensamiento e idea, de que por que no se cantar, o bailar, o maquillarme, porque me guste ir a la calle en vaqueros y jersey viejo (pero no ese de las famosas que hace “de jersey viejo y estilo casual”, no de ese no, ¿Qué pasa si tengo un mal día y grito y digo palabrotas? ¿Qué pasa si no soy la típica chica perfecta que todos esperan? ¿Qué pasa si no soy sumisa y digo lo que pienso, y además hago lo que se me pasa por la cabeza?

Lo politicamente correcto nos está apagando, nos quita la vida, y se lleva nuestra luz, las redes sociales (y que conste que tengo de todas) se han convertido en el escaparate de la felicidad inventada, todos tienen que ver lo feliz que eres… Ya nadie abraza con sinceridad, las parejas más felices apenas pueden mantener erguidas sus cabezas… digamos que algunos asuntos pesan demasiado, el postureo nos ha consumido, la mentira, las apariencias.

Podéis llamarme rara, pero yo, sigo echando de menos a las personas, echo de menos a amigos que están lejos, y echo de menos abrazarles cada día, porque eso es lo que me hace feliz, y me importa una mierda que lo vea o no la gente, me importa una mierda sus opiniones, lo único que me importa es que esas personas me sigan queriendo por como soy, por lo que vivimos y por lo que somos cuando estamos juntos.

Cuando abráis los ojos puede que sea demasiado tarde para algunos, yo mientras, quiero vivir, quiero abrazar, y quiero querer de verdad, en resumen, me quedo con mi felicidad, y mando al garete las opiniones que pueda recibir por ello. Que os vaya bien.

Att: Miss Big Eyes